Al llegar el verano el clima cambia por completo, el calor llega para hacer de las suyas y la gran mayoría de las personas recurre a las playas, piscinas y lagos para refrescarse un poco. Entre las recomendaciones se tienen: usar protector solar, ingerir agua, evitar las bebidas alcohólicas y utilizar ropa fresca además de adoptar accesorios como gafas de sol, gorras o sombreros. Sin embargo, pocos se acuerdan del pobre coche que es quien los llevara de paseo bajo ese sol ardiente.
Los vehículos también sufren las inclemencias del clima de veraniego. Por eso, es conveniente darles ciertos cuidados para evitar inconvenientes que puedan salir caros, además de mitigar el riesgo de quedarse varados camino a su destino.
Problemas que puede provocar el calor de verano
Un automóvil con el mantenimiento y las revisiones al día, es menos propenso a fallar ante los embates de la temperatura; por ejemplo, evita el sobrecalentamiento y el aumento del consumo de combustible. Algunos delos componentes que más se ven afectados por el verano, y con los que, por lo tanto, se deben tener más precauciones son:
La batería: es un elemento que podría sufrir tanto con bajas o como con altas temperaturas. El uso continuo del sistema de climatización puede llegar a afectar mucho la carga.
El radiador: su función principal es refrigerar el motor, por consiguiente las temperaturas que se llegan a alcanzar durante la estación repercuten fuertemente en su funcionamiento. Por esta razón, aparte de chequear el nivel de refrigerante, es necesario asegurarse de que no existan fugas y que además las rejillas estén en óptimas condiciones para que el aire pueda circular como es debido.
Termostato: tener un sobrecalentamiento del motor es muy factible al aumentar el calor. Es probable que a razón de ello el termostato (que se haya dentro de la máquina) se rompa si alcanza el máximo de tolerancia. Esta pieza, en conjunto con el electro ventilador, mantiene la temperatura correcta del coche, así mismo se encarga de controlar que la cantidad del refrigerante sea el adecuado.
Bomba de agua: una falla de esta pieza es similar o peor a una fuga de refrigerante. Este es un componente vital para evitar que el motor se sobrecaliente.
Sistema de frenos: a causa de la fricción que ejercen las pastillas para frenar sobre los discos o el tambor, puede llegar a generarse mucho calor. En el caso de los discos, es posible que se deformen por la alta temperatura y con ello se perjudique el desempeño de los latiguillos de freno.
Para poner a tono el vehículo reponiendo lo que se amerite, no es preciso gastarse todo el presupuesto. En un despiece de coches los repuestos tienen un coste menor que en un local convencional; algunas de estas empresas poseen su propia web, haciendo que no sea necesario siquiera salir de casa para solicitar lo que busca.