Ayer me quedé petrificada cuando leía un artículo en un periódico de tirada nacional la verdad que la noticia no dejaba indiferente a nadie eso seguro, al parecer ahora los adolescentes lejos de llevar una vida sana o de disfrutar de una manera mejor la vida no solo se dedican hacer botellón y a beber hasta quedar en coma, sino que van mucho más allá se arriesgan incluso con enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados. Se llama el juego del muelle o ruleta sexual, considerada como una práctica peligrosa este juego viene de Colombia y se trata de mantener relaciones sin protección, lo suelen hacer en grupo y mientras los chicos se sientan en el suelo con los calzoncillos bajados y erectos las chicas se ponen encima de ellos y las penetran sin preservativo forzando la penetración durante treinta segundos, para después cambiar de chico automáticamente, el juego lo pierde el chico que antes eyacula.
Por su puesto no podía salir de mi asombro, y es que no solo se arriesgan a quedar embarazadas sino que es mucho peor aún ya que las enfermedades de transmisión sexual se suceden cada vez más ante esta práctica tan atroz en chicos y chicas tan jóvenes. Claro los médicos han debido ponerse en alerta porque encima las chicas no lo cuentan ponen como excusa que ha sido un descuido con su novio, pero claro los desgarros y heridas al penetrarlas sin estimulación son evidentes y desde luego ante eso no pueden mentir. Píldora del día siguiente es lo más efectivo en estos casos para que no queden embarazadas, y sin duda el uso de preservativo es vital en este tipo de situaciones tan alarmantes.
Lo que está claro es que algo está fallando en la juventud de hoy en día, bien puede ser por un fallo en casa o porque con el trabajo descuidamos mucho a nuestros hijos, cada día se adelantan más a los acontecimientos, y es antes cuando quieren salir de juerga, emborracharse y practicar sexo, mucho me temo que como no empecemos a tomar medidas esto se va a escapar de las manos y desde luego después será demasiado tarde, ya que las enfermedades de este tipo pueden empezar a correr como la pólvora y nos encontraremos con muchos más jóvenes enfermos y el remedio no lo tendremos tan cerca como ahora.
