Los abuelos, esos seres tan queridos que a veces y sin querer acaban si ser tomados en serio, esas personas que viven con nosotros pero que con el ajetreo del trabajo, de los estudios y el estrés de la vida diaria dejamos un poco más de lado, nos olvidamos un poco de ellos. Para limpiar un poco las conciencias algunos nietos han tenido una fantástica idea y les han enseñado a sus abuelos a hacer manualidades y estos están la mar de contentos.
Lo primero es comprar material para manualidades barato ya que nadie quiere gastarse más de la cuenta en materiales, por eso se buscan los más baratos y estos están a la venta de manera online. Tras tener en casa todo lo que necesitan solo basta con enseñar a la abuela lo que se puede hacer con un globo y un poco de cuerda empapada en cola blanca. También se quedaran fascinadas con los miles de usos que se le pueden dar a la pistola de silicona caliente.
Y ya a dejar volar la imaginación, y esa persona que se pasaba las mañanas sentada en el sofá dormitando por momentos y viendo los documentales cuando abría los ojos se ha convertido en una adicta a las manualidades. Es cierto que ha tenido mucho que ver con este cambio la cantidad de videos que ha visto en internet, videos de todo tipo de manualidades y con lasque se atreve.
Sin duda la abuela ha vuelto a espabilar, es otra persona, está activa desde que se levanta hasta que se acuesta, eso sí, sin renunciar a la siesta que es sagrada.
Todo esto tiene un punto negativo aunque nos cueste creerlo. La abuela no para de hacer manualidades que luego regala a sus hijos nietos, así que no te queda más remedio que llevarte todo lo que va a haciendo con una sonrisa en los labios, da igual si es algo que te encanta o un adefesio de colores, pones buena cara, plantas una sonrisa en los labios y sonoro beso en su mejilla y le agradeces ese marco de fotos lleno de lentejas que ha estado haciendo durante tres días seguidos.
Disfrutar de estas cosas es lo mejor del mundo, disfrutar de los abuelos que ya mayores nos dan sonrisas y lágrimas por igual, de los abuelos que nos quieren sin condiciones y a los que debemos de querer igual.
